Según las encuestas de La Vanguardia (Instituto Noxa Consulting) y El Mundo (Sigma Dos) a día de hoy el Partido Popular obtendría una mayoría absoluta más holgada que en 2000 y el PSOE caería a niveles de 1977, por debajo de los 125 escaños de Almunia.
La encuesta de Sigma Dos atribuye una intención de voto del 47,8% al PP y del 31,6% al PSOE. Esto se traduciría en 193 diputados para el PP y 122 para los socialistas. Hay que señalar que la muestra de la encuesta es a nivel estatal y por lo tanto no se puede afinar exactamente el número de diputados que son atribuidos en cada circunscripción. Respecto al resto de partidos, IU subiría al 5,2% y tendría 6 escaños, CIU tendría el 3,2% de votos y 12 diputados, y UPyD tiene una intención de voto del 2,9% que se traduciría en 3 escaños.
La encuesta del Instituto Noxa Consulting, confirma esta ventaja del PP, en este caso de 13 puntos (46-33). Mientras el PP tiene una muy alta fidelidad de sus votantes de 2008, el PSOE solo consigue retener el 68% de sus antiguos votantes, pese a haber mejorado este dato en los últimos meses. ¿Y que van a hacer esos antiguos votantes del PSOE?
Pues “lo más significativo políticamente es que más de la mitad de los votos que pierde el PSOE se van directamente al PP”. Eso significaría un trasvase muy importante de votos entre los dos principales partidos y un antecedente importante en un país donde los bloques ideológicos del centro-derecha y del centro-izquierda parecían bien definidos y separados.
Otro parte de esos antiguos electores partirían hacia la abstención y hacía otros partidos como IU o UPyD. La encuesta destaca la entrada en el hemiciclo de Amaiur (Bildu) con 4 escaños, y el aumento de CIU de forma pareja a lo otra encuesta.
Respecto a la valoración de los dos principales candidatos, Rubalcaba parece superar a Rajoy en la mayoría de indicadores, excepto quizás el más importante en esta elección: la capacidad de salir de la crisis. En este indicador Rajoy gana por 42 a 27.
Las encuestas muestran que el PP tiene a su electorado muy movilizado y ha conseguido un no despreciable trasvase de votos, mientras que el PSOE no ha conseguido, por ahora, su objetivo de recuperar la confianza de sus antiguos electores. La relativa buena noticia para el PSOE es que la mayoría de sus electores que le abandonan irían a la abstención, y parece más fácil de recuperar ese voto que el que directamente apuesta por otro partido. Por contra solo quedan 42 días para las elecciones, y todo lo hecho hasta ahora: designación de un nuevo candidato, conjunto de propuestas electorales e intentos de movilizar al electorado no parece estar funcionando.
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