Pasada la campaña electoral podemos decir que todo sigue igual, o incluso que la ventaja del PP parece haberse consolidado todavía más. La campaña oficial ha estado marcado por la crisis de la deuda soberana de los países europeos que ha afectado también a España. Con ese contexto los temas económicos han ocupado la campaña tal como se podía prever.
La intención del PSOE de introducir las políticas sociales en el debate público, así como intentar sembrar dudas sobre el programa del PP no parecen haber tenido el efecto esperado. La efectividad de la enésima petición del voto útil está por ver.
Por su parte la campaña del Partido Popular ha mantenido el perfil bajo esperado. Han evitado las declaraciones polémicas y no han desvelado los detalles de la acción gubernamental que piensan implementar cuando lleguen al poder. Se han limitado a defender la necesidad de un cambio de rumbo en la dirección del país, que ellos han de liderar.
Los partidos minoritarios han tenido que hacer frente de nuevo al bipartidismo imperante en los medios de comunicación, y hacer campañas más imaginativas a través de las redes sociales y del contacto directo con los ciudadanos.
Habrá que esperar a mañana para ver si los pronósticos se confirman, o por el contrario si hay alguna sorpresa. Las principales incógnitas serán el nivel de participación, el alcance de la victoria del PP, así como la debacle del PSOE y si los partidos minoritarios consiguen mejorar sus posiciones en el Congreso de los Diputados. En clave territorial como ya vimos en otras ocasiones los focos de interés estarán sobretodo en el País Vasco, Cataluña y Andalucía pensando en este caso en las autonómicas del mes de marzo.
Para seguir mañana los avances de participación y el escrutinio en directo:
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