El presidente catalán Artur Mas confirmó ayer en el debate de política general el adelanto de las elecciones para el próximo domingo 25 de noviembre. Sin alcanzar los dos años del inicio de la legislatura, el presidente anunció el fin de la legislatura más corta desde el restablecimiento de la autonomía marcada por el fracaso del pacto fiscal, el auge del independentismo y la crisis económica que no parece tener fin.
Imagen de la manifestación del pasado 11 de septiembre en Barcelona
- Convergencia i Unió parte como clara favorita para revalidar su primera posición e incluso obtener la mayoría absoluta. Es difícil imaginar que hubiesen adelantado elecciones en caso de malas perspectivas electorales. Con gran habilidad han sabido liderar la desafección creciente de la ciudadanía (de una gran parte de ella por lo menos) hacía España, acrecentada con el rechazo de Rajoy al pacto fiscal. A pesar de las políticas de recorte aplicadas sobre los servicios públicos (como la mayoría de gobiernos de los países en crisis), el debate sobre el futuro nacional de Cataluña pasa por encima de ello. Por tanto si CIU consigue centrar el debate en el eje nacional y erigirse como la gran fuerza soberanista sin radicalismos podrá aglutinar a sus tradicionales votantes más moderados y al voto útil de muchos independentistas.
Artur Mas anunciando la convocatoria electoral en el Parlament de Catalunya
- Por contra el PSC es la otra cara política, sin liderazgo claro, con divisiones internas notorias y todavía estigmatizados por la gestión del gobierno tripartito y el gobierno de Zapatero. En 2010 ya tuvo unos resultados muy malos, solo el 18% de los votos y 28 escaños, pero no sería impensable que todavía empeoraran. En solo dos meses tendrá difícil revertir esa tendencia negativa, que le ha hecho perder votos desde el gran récord de las elecciones generales de marzo de 2008 cuando los socialistas obtuvieron la ahora increíble cifra de 1.670.000 votos. Su candidato será seguramente Pere Navarro Primer Secretario del PSC y alcalde de Terrassa, un personaje poco conocido por la opinión pública, lo que dificultará todavía más la tarea de los socialistas.
- El Partido Popular debería verse perjudicado por el fuerte desgaste del PP a nivel español, pero si las elecciones giran como parece en el eje identitario, podría aglutinar el voto de catalanes no independentistas o españolistas, sobretodo en el contexto de un PSC muy débil.
- ICV parece más cómodo que el PSC ante el debate sobre el derecho a decidir de Cataluña y puede recibir el voto de socialistas desencantados. Sin duda aportaran el discurso más ideológico de la campaña y una dura oposición a CIU en ese campo.
- Tras el batacazo electoral de 2010 cuando perdió más de la mitad de sus diputados, ERC renovó a su cúpula y se alejó de los pactos con fuerzas de izquierdas para volver a centrar su mensaje en la independencia. En este contexto de auge soberanista ERC puede presentarse como la genuina formación independentista sin los eufemismos de CIU y reforzando su lado más social.
- Ciudadanos (C's) tiene en Albert Rivera un buen orador con presencia en los medios de comunicación, y su issue es el tema identitario así que esta elección debería moverse como pez en el agua. Pero deberá diferenciarse del PP, porque corre el riesgo que el voto españolista se concentre en los populares. Solidaritat Catalana per la Independencia (SI) tiene el mismo reto que C's en el otro extremo político, diferenciarse de ERC e incluso de CIU ante un electorado similar, y sin el tirón de Laporta como candidato.
La próxima campaña catalana será atípica, centrada sin duda en el debate independentista y en la figura de Artur Mas, por méritos propios y la falta de un claro líder de la oposición. Dentro de menos de dos meses veremos el resultado en las urnas de este debate político y como los ciudadanos asignan sus preferencias identitarias, ideológicas y de liderazgo.
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