jueves, 3 de mayo de 2012

Elecciones Presidenciales Francesas 2012 (III): el debate Hollande - Sarkozy


Como marca la tradición electoral francesa desde 1974, con la excepción de la segunda vuelta de 2002 que enfrentó a Chirac con Le Pen, los dos candidatos se enfrentaron en un largo debate televisado que concentró la atención de medios de comunicación y ciudadanos, también en las redes sociales. Este debate parecía la ultima oportunidad de Sarkozy de recuperar la desventaja en intención de voto que le separa de Hollande, pero las percepciones post-debate dejan claro que Sarkozy no derrotó por KO a Hollande como si logró frente a Ségolène Royal en 2007.

Hollande estuvo mucho más combativo que de costumbre y supo encarar los golpes que le mandó el candidato conservador. Este necesitaba atacar pues partía con desventaja y no evitó utilizar ningún tema por espinoso que fuera.



Sarkozy intentó presentar a Hollande como un peligro para el futuro del país, tanto en el campo económico, utilizando la España de Zapatero como el modelo de Hollande, como en el energético por la alianza de socialistas y verdes para reducir el parque nuclear y por supuesto ante el peligro de islamización de Francia si Hollande aplica su programa, especialmente en cuanto al voto de los inmigrantes en las elecciones locales. El recurso al miedo y la duda frente a un hipotético mandato de Hollande pretendía aglutinar en torno a Sarkozy esa mayoría de clases medias y populares conservadoras que van desde el Front National a los votantes de Bayrou.

Hollande por su parte se presentó como un presidente protector preocupado por los problemas económicos y sociales que atraviesan tantos franceses. No dudó en atacar a Sarkozy por no haber cumplido sus compromisos de 2007 cuando dijo que si el desempleo no disminuía durante su mandato su presidencia habría sido un fracaso, además le presentó como el presidente amigo de los ricos. Pero además de atacarle por la economía, también atacó su estilo de presidencia, cercano a los ricos, partidista, con escándalos que le han salpicado de diversa índole, esto es habiendo incumplido la promesa de presidir una “república irreprochable”. Por su parte Sarkozy no dudó en atacar a Hollande por el escándalo de DSK y su papel de asesor del presidente Mittérrand.

Tensión evidente en el momento que Sarkozy menciona a DSK, Hollande tenía sin duda preparada la respuesta.




Ante las dudas que siempre surgen cuando un candidato aspirante se enfrenta al presidente saliente Hollande uso de forma reiterado el “Moi président” para darse credibilidad presidencial a si mismo, y mostrar el optimismo de cara al domingo.


Hollande “moi, président de la république” presentando su proyecto presidencial


El debate habrá reconfortado a los votantes de ambos candidatos, los de Hollande habrán visto a un hombre más combativo que de costumbre, que quiere hacer cambios políticos y una política económica sensiblemente diferente a la de Sarkozy. Por su parte los votantes de Sarkozy han visto como este defendía sus políticas y sus proyectos atacando a la izquierda.

Todo parece indicar que otro gobernante europeo perderá las elecciones desde el inicio de la crisis económica, pese a que en principio Francia ha aguantado mejor que otros países, y Sarkozy ha ejercido un liderazgo, por lo menos en apariencia en el directorio europeo. Posiblemente los errores y escándalos políticos que le han rodeado y su forma hiperpersonal de gobernar: exhibición de su vida privada, cercanía con millonarios, estilo bling-bling, nominación de su hijo para un puesto de responsabilidad, escándalos de financiación de campañas entre otros han acabado pesando más que la propia gestión en si o la confianza en el candidato socialista.




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